Historia del Turrón
El turrón es un producto elaborado a base de almendras y azúcares. Su origen se remonta a siglos y siglos atrás. En la época griega, la gente preparaba una pasta con frutos secos (almendra principalmente) y mieles. Eso constituía el producto energético de los deportistas durante el periodo de las Olimpiadas.
Más
recientemente, datos históricos han permitido asegurar que el turrón ya existía en la actual Jijona en
el siglo XVI. Los árabes introdujeron este dulce, y así lo reconoce el
Consejo Regulador de las Indicaciones Geográficas Protegidas del Turrón de Jijona y Alicante. Sin embargo, existen diferentes
versiones acerca del origen del turrón.
Ciertos afirman que el turrón nació tras un concurso propuesto por los árabes
en el que se trataba de buscar un alimento nutritivo que se conservara en
buenas condiciones durante una larga estancia y que fuera transportado
fácilmente por sus ejércitos sin peligro de intoxicación. Otros dicen que el
turrón proviene de la elaboración de un artesano de Barcelona, Turró, quien
realizó un alimento con materias primas abundantes de la región que sería un
recurso indispensable en épocas de escasez. El nombre de turrón provendría del
apellido de dicho artesano. Ésta versión es la menos posible. Un especialista
del tema establece que la palabra turrón procede de torrat, que era una
mezcla de miel y frutos secos que se cocía directamente en el fuego para dar
una masa consistente y fácil de manejar. Existen más versiones, pero estas son
las más expandidas.
La leyenda
En
Jijona, existe incluso una leyenda, un cuento que explica el origen el turrón:
“Por aquellos tiempos, el Rey contrajo matrimonio con una princesa escandinava, por lo cual ésta tuvo que venir a estas tierras dejando atrás su frío país de origen. La princesa se sintió muy triste al no poder disfrutar de los bellos paisajes de su país llenos de nieves perpetuas. El rey, desesperado por ver a la nueva reina decaída, para evitar su tristeza, tuvo la idea de plantar por todos sus territorios, alrededor del castillo, miles de almendros. De este modo, cuando los almendros florecieron, sembraron el paisaje de tonalidades blancas, de tal modo que todo parecía nevado, y la princesa volvió a recuperar su felicidad. Los habitantes de Jijona, a partir de ese momento, aprendieron a recoger los frutos de los almendros y a tratarlos, elaborando así las primeras muestras de turrón y derivados. ”
Y así acaba la leyenda. Hay otras referencias históricas en otras ciudades pero Jijona está considerada como la ciudad del turrón.
El
consumo de turrón prácticamente se reduce a las fechas navideñas. En un libro
que data de 1584 escrito por el
jefe de cocinas de Felipe II se puede leer que la costumbre de comer turrón en las fechas navideñas ya existía en el siglo
XVI.
La mayoría de fábricas
de turrón centran su mayor producción en los meses previos a Navidad y el resto
del año muchas de ellas cierran sus puertas y esperan el inicio de la nueva
campaña.